Serie documental realizada el 2003 estructurada sobre los relatos de 12 protagonistas diversos y reconocibles dentro de la multifacética y cotidiana realidad local, que reconstruyen la memoria de Valparaíso a través de sus testimonios, visiones y oficios, como cronistas privilegiados de los últimos 50 años de historia.
Sergio Vuskovic (filósofo .escritor)
Testigo privilegiado de Valparaíso, Sergio Vuskovic compartió con nosotros su experiencia y sus reflexiones, que trascienden su rol como alumno del escritor Gonzalo Rojas, profesor en Liceo Eduardo de la Barra, como alcalde de Salvador Allende, filósofo y escritor. Pero su testimonio también escapa al tema estricto de la ciudad y se instala en cada uno como una enseñanza de los valores fundamentales de la vida.
Carlos Martínez .Motemei (vendedor de motemei)
Carlos Martínez nació en un canasto de mote, pero es "El Motemei", quien 60 años después, elabora el maíz para venderlo a vivo pregón por los cerros de Valparaíso. Luego, el mismo Martínez regresa a su rancho en el cerro Mariposa a preparar el maíz pelado, a soñar cómo sería esta ciudad si hubiera un reconocimiento a los personajes típicos como él y sin edificios que hacen que su pregón se pierda. En una ciudad literaria como Valparaíso, "El Motemei" se sabe un personaje sacado de un cuento, siempre resistiéndose a la realidad y esperando el final feliz.
Carmen Corena (cantante)
Para Carmen Corena, la bohemia del puerto no fue una moda. Con más de 40 años como cantante, pudo dar fe de que la música sigue siendo uno de los pilares que impiden que la actividad nocturna en Valparaíso muera. Atesorando recuerdos de presentaciones en Francia, interpretaciones de jazz y llenos totales en el bar Cinzano de Valparaíso cada noche, supo que su talento no necesitó ser descubierto, sino valorado.
Jorge Coulon (músico)
Jorge Coulon asegura que en el exilio conoció a dos tipos de chilenos: los de Chile y los de Valparaíso. Por este apego del porteño a su ciudad quiso radicarse acá cuando volvió del exilio en Italia con el grupo musical Inti Illimani. En Coulon descubrimos la perplejidad de una persona que se angustia con la indolencia de los porteños con su ciudad, critica el patrimonialismo sin alma que vaticina y que, sin embargo, no se imagina poniendo en práctica ningún proyecto cultural en otro lugar del país.
Lorna reúne la complejidad de alguien que vive en el Valparaíso cotidiano, ese que no sabe de discursos ni de historia, pero sí de perros abandonados ocupando plazas y calles, perseguidos y defendidos. Una ciudad que se lamenta por la escasez de marineros que le dieron nombre y gloria en el pasado. Hoy, en el bar Flamingo Rose, Lorna Padilla defiende su espacio como el último lugar del antiguo Barrio Chino donde se puede encontrar algo del Roland Bar, de las niñas del puerto y del Valparaíso legendario de luces hasta el amanecer.
Alfredo Barría
Se dice que en Valparaíso hay dos tipos de personas: los porteños de balcón y los de orilla. Alfredo Barría se identifica con estos últimos, que analizan, trabajan y transforman la ciudad en el lugar que sueñan en vez de comentar lo que ven. Ya sea como consejero cultural o como director del festival de cine de esta ciudad, éste es un ciudadano que representa a la sociedad civil en los escasos espacios que encuentra, reservando el rol de espectador sólo para su pasión: el cine.
Samuel León
Revisar la historia urbana de Valparaíso es un ejercicio al que Samuel León está habituado. ¿El objetivo? entender el puerto, mostrarlo y contarlo sin perder la oportunidad de relatar anécdotas, recordar personajes y lugares que han construido la ciudad como la conocemos hoy. Como un cronista siempre dispuesto a deslizar velados homenajes, pero con la impotencia del porteño que desea ver a Valparaíso con voluntad de surgir.
Alejandro Rodríguez (diseñador industrial)
Si hubiera que definir un lugar para ubicar a Alejandro Rodríguez, éste sería el Cerro Artillería y sus alrededores. Allí creció junto a su hermano, el artista, Osvaldo "Gitano" Rodríguez, estudió en el vecino cerro de Playa Ancha y se sigue desempeñando allí en la Universidad de Valparaíso como director de la carrera de Diseño. Con una visión lúcida, nos cuenta por qué esta ciudad debiera convertirse en el polo de desarrollo de esta disciplina, de la cultura y la tecnología.
María Martner (muralista .vitralista)
Por más de 50 años golpear los bloques de piedra fue uno de los ejercicios necesarios para crear sus murales, esculturas y vitrales. Se encuentra vinculada a Valparaíso desde su residencia en la casa La Sebastiana, que compartía con Pablo Neruda, por su labor en la restauración de los vitrales de la iglesia La Matriz y a través de sus trabajos diseminados por la ciudad. Hay que escuchar a María Martner con atención para no dejar pasar esta lección de piedra.
Patricia Castillo (asistente social .taller de acción comunitaria cerro cordillera)
Patricia Castillo sabe que Valparaíso no lo componen sus casas ni monumentos, sino su gente. Con esa idea en mente, comenzó su trabajo en el Cerro Cordillera limpiando una quebrada convertida en basural. A 14 años de este hecho, hoy comparte el orgullo de haber construido una ventana de participación junto a organizaciones, pobladores y voluntarios de este cerro. En el Taller de Acción Comunitario del Cerro Cordillera es donde este Valparaíso se hace posible.
Allan Browne (diseñador gráfico .ilustrador)
Cuando se descubre que una ciudad no se puede amar a medias es cuando surge la figura de personas como Allan Browne. Sus ilustraciones, sus crónicas en distintas publicaciones, sus palabras en cada cátedra de diseño, su vida y toda su actividad tienen este sello. Entonces se distancia de la mirada nostálgica y de los discursos modernistas patrimoniales en boga y se rinde ante Valparaíso, como buen "porteñista" que es.
