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Realización Audiovisual y la Industria del Cine en Comunidades Indígenas

Conferencia internacional en el museo

Realización Audiovisual y la Industria del Cine en Comunidades Indígenas

Publicado el 28/08/2017
La actividad se enmarca en el desarrollo del Festival de Cine Nuevo Zelandés, junto a cineastas del país oceánico; realizadores Mapuches y Aymara
La actividad se enmarca en el desarrollo del Festival de Cine Nuevo Zelandés, junto a cineastas del país oceánico; realizadores Mapuches y Aymara
Un precedente para la elaboración de un protocolo en proyectos fílmicos

De quién es la historia, quién tiene derecho a contarla y cómo podemos producirla de manera respetuosa, son algunas de las inquietudes que han estado presente en las conferencias “Caminos y Protocolos: Colaborando con Comunidades Indígenas en Proyectos Fílmicos” realizadas en Santiago y Valparaíso, ambas actividades enmarcadas en la Muestra de Cine de Nueva Zelanda.

En la segunda jornada, que se efectuó este viernes 25 de agosto en el Museo de Historia Natural de Valparaíso, y que contó con la presencia de la Embajadora de Nueva Zelanda en Chile, Jacqui Caine; directores y productores cinematográficos de Chile y Nueva Zelanda, compartieron experiencias de filmación en territorios de pueblos originarios.

En el encuentro, los documentalistas neozelandeses Miriam Smith y Chris Pryor, que presentan en la muestra “The Ground We Won”, dieron a conocer su metodología de trabajo, la forma en que establecen contacto con la comunidad basado fundamentalmente en la confianza, el respeto y la retroalimentación.

Se destacó además la política neozelandesa, que en el ámbito de la industria cinematográfica y protocolos de filmación se sitúan como líderes a nivel mundial; pues junto con ser una de las industrias más rentables -han participado en largometrajes como El Señor de Los Anillos y Avatar-, protegen y resguardan a nivel constitucional los intereses de las comunidades nativas del país. En síntesis, esta política permite el desarrollo y producción de películas neozelandesas con un financiamiento estatal de hasta un 40% para producciones que cumplan ciertos requisitos, y apoya y fomenta la creación de coproducciones internacionales con hasta un 20% de apoyo financiero.

La premiada directora mapuche Claudia Huaiquimilla (Mala Junta, 2017), una de las panelistas, también dio a conocer detalles de su experiencia en dirección, dando énfasis a la importancia que tiene para las comunidades indígenas transmitir, contar su propia historia y en claves culturales que le son propias. Apuntó también a los costos que tiene hacer cine en Chile, la falta de apoyo que finalmente repercute en que solo algunos pocos, una pequeña élite, termina contando historias igualmente sesgadas.

Francisco Tarque, productor aymara también presente en la jornada, dio a conocer cómo él junto a su equipo levantaron el primer canal indígena “Parinacota TV”, y los desafíos que debieron sortear principalmente por las restricciones burocráticas que existen en este país, la discriminación y la ignorancia en cuanto a derechos indígenas de parte de las instituciones. La Constitución de Chile, el no reconocimiento de los pueblos originarios en la carta magna, apareció de esta manera como uno de los grandes obstáculos al desarrollo de la producción audiovisual.

Consultado respecto al tema de la conferencia, Joel Maripil, Ülkantufe proveniente de Kechukawin, comunidad cercana a Puerto Domínguez, señaló al respecto que lo primordial es establecer confianza con las personas, porque “una vez que uno se conoce con el otro, se puede soñar juntos. El mostrar una cultura y la otra y la otra, hace que una sociedad crezca y se sensibilice y entienda” expresó.

En resumen, al comparar las formas en que uno y otro país llevan adelante la producción cinematográfica, se revela el largo camino que falta recorrer a Chile. Resta elaborar protocolos de filmación en varias regiones claves del país, profundizar en la discusión sobre los consentimientos y las consultas con pueblos originarios, incentivos a la industria cinematográfica local y proyectos de co producción internacional entre los más importantes.

Queda esperar que estos diálogos se puedan traducir en mejoras a la realización audiovisual en nuestros territorios y se puedan establecer además alianzas entre directores y productores de Chile y Nueva Zelanda, sin duda un socio estratégico de primer nivel en el ámbito de la industria cinematográfica.

Finalmente destacar que las actividades del Festival de Cine de Nueva Zelanda, son iniciativa de la Embajada de Nueva Zelanda en Chile y su representante Jacqui Caine, en colaboración con el equipo de FilminChile/Comisiones Fílmmicas Regionales Chile, y el apoyo del Museo de Historia Natural de Valparaíso.

Referencia de la nota: Damaris Molina. Yepan Revista de Cine y Comunicación