Si algo es claro, es que el decomiso de piezas patrimoniales robadas en la hacienda La Punta, del empresario Raúl Schüler, no solo confirmó que el tráfico ilícito de bienes culturales es una amenaza latente en Chile, sino que develó una serie de vacíos legales de la Ley de Monumentos Nacionales (N° 17.288), creada en 1970 que a luz de lo acontecido, no está a la altura de lo que el país requiere.

En este sentido la ONU calcula que el tráfico patrimonial mueve entre US$ 3.400 y US$ 6.300 millones al año, solo por debajo de los de armas y drogas, lo cual lo hace un negocio muy lucrativo.

En 2013, la entonces directora de la Dibam, Magdalena Krebs, constituyó la Mesa de Tráfico Ilícito, que un año después ratificó la convención de la Unesco en torno a la cooperación y estándares orientados a combatir estos casos. En los últimos años, la mesa ha capacitado a cerca de 1.000 personas, entre funcionarios aduaneros, policiales y público en general, acerca de la normativa vigente, la identificación de bienes culturales chilenos protegidos, las medidas de conservación adecuadas y la normativa internacional relacionada. Allí también se redactó el primer borrador de la nueva ley que reforzará la actual legislación, y que hoy, ante las nuevas y diversas visiones en torno al patrimonio

Sin duda, uno de los casos más llamativos, fue Pelagornis chilensis, ave marina prehistórica repatriada desde Alemania en 2009 y que fue bautizada así por los paleontólogos Gerald Mayr y David Rubilar, Jefe del Área de Paleontología del Museo Nacional de Historia Natural. El esqueleto del Pelagornis es el más grande y completo encontrado hasta ahora, con una data de 7 millones de años.

Te invitamos a conocer esta historia, a través de un documental preparado por la Productora Glaciar, apoyado por el Consejo Nacional de Televisión y que fue exhibido por Red Televisión.