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Momias Chinchorro: las más antiguas del mundo

Solapas secundarias

Proceso y técnicas de momificación en la cultura Chinchorro


Los Chinchorro fueron el primer grupo humano de la costa sudamericana que rindió culto a sus antepasados y a la muerte. Consideraban que sus momias formaban parte del mundo de los vivos, lo que explica que dejaran sus cuerpos con los ojos y la boca abierta.

Las momias fueron cuerpos inhumados en forma extendida, por lo general en decúbito dorsal o recostados, semidesnudos y comúnmente con reducidas ofrendas funerarias. Eran enterrados de forma superficial y con frecuencia envueltos en mortajas.

La investigación de Bernardo Arriaza que toma como base la realizada previamente por Max Uhle, estableció dos procesos de momificación.

  • Natural: el desecamiento del cadáver fue provocado por la salinidad y sequedad del desierto de Atacama. Usaron distintos elementos para envolver los cuerpos, entre ellos, esteras de fibras vegetal y pieles de pelícano y camélidos.
  • Artificial o "momias de preparación complicada": implicó una alteración intencional del cadáver que por lo general incluyó la extracción de órganos y el relleno de cavidades corporales con sustancias orgánicas e inorgánicas para disminuir el riesgo de la descomposición.

La momificación artificial se diferenció por los grados de complejidad y sofisticación en:

  • Momias negras: nombre dado a los cuerpos a los que se aplicaba una capa o pasta delgada de manganeso de color negro-azulado. Eran esqueletos sin incisiones ni suturas, reconstruidos con una estructura interna de palos, amarras de fibra vegetal y un modelado de ceniza para recuperar el volumen original. Cuando la piel era insuficiente se reemplazaba por la de lobo marino.
  • Momias rojas: se realizaron sin una gran destrucción del cuerpo. Primero, los órganos eran removidos a través de incisiones. Para darle rigidez, se deslizaban maderos puntiagudos debajo de la piel y las cavidades eran rellenadas. Le añadían una larga peluca de pelo humano que aseguraban con un casquete de arcilla. Después de cerrar las incisiones, el cuerpo era pintado con ocre rojo y la cara, a menudo, de negro.
  • Momias con vendajes: fueron una variación de las momias rojas, pero en este caso no hubo incisiones. La piel era cortada y repuesta en forma de vendajes circulares en todo el cuerpo, excepto la cabeza.

Todas compartieron similitudes como el uso de peluca, mascarilla facial y palos para reforzar el cuerpo. En cada caso, la práctica mortuoria consistió en descuerar, eviscerar y secar con fuego o cenizas los cuerpos, para luego rellenarlos y modelarlos con arcilla, lana y fibra vegetal. Una vez terminado este proceso, volvían a colocarles su piel.

Otro tipo de momificación artificial que podía incluir o no extracción de órganos, se conoce como pátina de barro y fue escasamente empleada. Consistió en desecar el cadáver con brasas y aplicarle una capa de lodo delgada y homogénea, que al secarse se endurecía. La mezcla se aplicaba de la cabeza a los pies, y se preparaba con tierra y sustancias aglutinantes, posiblemente la misma sangre del difunto, además de restos de peces y animales.

En la actualidad, 208 momias Chinchorro han sido estudiadas. 61 de ellas son de carácter natural y 147 artificiales.



Cronología de la momificación Chinchorro

Se estima que alrededor del 5000 a.C., comenzó la momificación artificial, práctica mortuoria que perduró al menos cuatro mil años.

  • Las momias negras fueron las más antiguas y complejas en su preparación. Su técnica se extendió cerca de dos milenios.
  • Fueron reemplazadas por las momias rojas, cuyo estilo subsistió por casi quinientos años.
  • Las momias con vendajes se sitúan cerca del 2600 a.C. Posterior a ese año, las técnicas de momificación se simplificaron.
  • En el caso de las momias con pátina de barro es difícil establecer una fecha debido a que sólo se han datado dos cuerpos de este estilo. Uno eviscerado del 2620 a.C., y otro sin incisión de 1720 a.C.
  • Hacia el 1500-1300 a.C., se abandonó este rito funerario. Hasta el día de hoy no se han hallado registros que permitan dilucidar a qué se debió esta situación.



Este proceso pasó por distintas etapas. En un inicio sólo se momificaba a niños y recién nacidos con colores llamativos y acompañados de figurillas de barro. Hacia el 3000 a. C., todos los miembros de la sociedad y de variadas edades se incluyeron en esta práctica mortuoria.

No todas las momias se enterraban. Algunas fueron instaladas de pie como parte activa de los campamentos y como una marca del linaje de un ancestro común. Sin embargo, la mayoría fueron sepultadas en forma extendida, semidesnudas, envueltas en tejidos gruesos hechos de juncos o pieles de camélidos y con escasas ofrendas funerarias.

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