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Día Mundial de la lucha contra la Desertificación y la sequía

Este 17 de junio

Día Mundial de la lucha contra la Desertificación y la sequía

Publicado el 18/06/2020
Casi el 22% del país tiene algún grado de riesgo de desertificación, lo que representa aproximadamente 16.379.342 hectáreas (fotogría EMOL)
Casi el 22% del país tiene algún grado de riesgo de desertificación, lo que representa aproximadamente 16.379.342 hectáreas (fotogría EMOL)
La Organización de las Naciones Unidas asegura que el 33% de los suelos del planeta están erosionados. La desertificación es la degradación de la tierra causada fundamentalmente por la actividad humana y los cambios climáticos. Lamentablemente en Chile, la mitad de los suelos ya se encuentran en algún nivel de degradación.

El lema para este año 2020 es "Alimentos. Forrajes. Fibras". El problema de la desertificación es uno de los principales retos medioambientales de nuestro tiempo. Si bien, es un fenómeno cuya dimensión es poco conocida y no ha trascendido lo suficiente a la opinión pública para actuar en consecuencia.

De acuerdo con datos de la CONAF del año 2016, casi el 22% del país tiene algún grado de riesgo de desertificación, lo que representa aproximadamente 16.379.342 hectáreas lo que equivale a la superficie de las regiones de Atacama y O'Higgins juntas. Sin embargo, ese 22% se eleva al 76% de la superficie del país si es que se suman desertificación, erosión y degradación de suelos.

¿Pero, qué significa la desertificación?

La desertificación es un proceso de degradación del suelo causado fundamentalmente por la actividad humana y las variaciones climáticas. Esto sucede por la deforestación y la destrucción de la cubierta vegetal, provocadas por los incendios, la agricultura y la ganadería industrial y el urbanismo descontrolado, lo que conlleva la erosión de los suelos fértiles, la sobreexplotación de los acuíferos, la falta de agua y la salinización de las tierras.

A todo ello se suman los efectos del cambio climático. El aumento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones, son sólo dos de las múltiples consecuencias del incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

Todos estos factores inciden en la erosión de los suelos, problema que en nuestro país se ve agravado producto del clima y la falta de políticas públicas dirigidas a la recuperación y cuidado de los territorios.

En el año 1993 las autoridades gubernamentales de Chile generaron un plan de lucha contra la desertificación, como acuerdo posterior a la Cumbre de la Tierra realizada en Brasil en 1992, en la que se concluyó que éste era uno de los problemas ambientales más graves a nivel mundial.

Pero ha pasado el tiempo y la amenaza de la desertificación y sequía, exhibe un evidente atraso en la protección de estos espacios claves y es por eso que resulta urgente avanzar de manera rápida en leyes que permitan garantizar un desarrollo sostenible y la protección de la biodiversidad de los ecosistemas.