Re- valorando el ayer, el hoy y el mañana

La muestra, que consta de doce vasijas reviven las formas de las culturas indígenas chilenas, desde el norte grande con los Aymara y Atacama, del norte chico la cultura Diaguita, del centro la cultura Aconcagua y en el sur las culturas del Complejo El Vergel y Pitren.
Este trabajo, curado por Gabriela Muller, es parte de un meticuloso proceso de investigación y comprensión de las técnicas ancestrales, como el uso del "lulo", creando piezas que dialogan con el pasado y, al mismo tiempo, reafirman la permanencia de estas formas en la actualidad.
Las piezas exhibidas son obra de Juan Müller, quien se ha sentido fascinado por la cerámica precolombina, y con su trabajo busca con su trabajo realzar la importancia atemporal de estos objetos. Como él mismo menciona.
“La cerámica precolombina siempre me ha fascinado. Sus formas, colores, expresividad, textura, etc… son increíbles. Y si pensamos que fueron hechas hace cientos o miles de años atrás, con las herramientas y recursos de la época, no deja de asombrarme la habilidad y creatividad de los artesanos que las hicieron.”
La exposición no solo hace un homenaje a las formas, sino también a los gestos humanos que dieron vida a las vasijas, huellas de las manos que, en un pasado lejano, moldearon la tierra con amor y sabiduría para reunir a la comunidad. "Son las manos de un pueblo que se unió junto al fuego, junto a la olla y el cuenco que los alimentó y sació su sed. Son las manos que hacen una familia, una comunidad, una humanidad", señaló el artista.
Es importante destacar que esta actividad asistió parte de la comunidad Diaguita Guacalagasta y que una de las vasijas que son exhibidas lleva las manos de 13 personas de la comunidad.
Los invitamos a ser parte de esta experiencia única, a recorrer la exposición y sumergirse en la energía ancestral que respira cada una de las doce obras. De esta manera, viviremos un viaje en el tiempo, acompañados por las manos que construyeron un legado que sigue vigente en nuestro presente y que estará en el Museo de Historia Natural de Valparaíso hasta el 30 de abril.